Allá por la década del `60 el profesor Vicente Vetervide tuvo la idea de que los alumnos del Liceo tuvieran un día de picnic. En ese día elegirían a la reina y terminarían por la noche con un gran baile. El picnic se organizó en la península Timoteo Ramos Pé a orillas del río San Salvador. Para hacer más entretenido el recorrido del liceo, (ubicado en el centro de la ciudad) a la península, realizarían una caravana de carros tirados por caballos y vehículos adornados. Estas carrozas improvisadas estaban adornadas con materiales corrientes como hojas de palmeras, flores naturales y plantas enredaderas. Además se acompañaban de instrumentos musicales para amenizar el desfile. Con el paso del tiempo este desfile fue evolucionando y tecnificando, haciéndolo también muy competitivo. De esta fiesta se rescata la unión que se logra entre padres, alumnos, profesores, amigos y vecinos. Juntos logran verdaderas obras de arte, de las cuales los doloreños nos sentimos orgullosos, no solo por la belleza de las carrozas, sino por todo el trabajo y el esfuerzo que implica su realización.
¡Así que ven a la Fiesta de la Primavera!